La Bombonera no tiembla, ¡late!

Me habían advertido que ir a ver un partido en el estadio de Boca era casi imposible. “No hay entradas”, “todo se llevan los socios”, “la reventa es carísima”, “por la más barata vas a pagar USD 200”… fueron algunas de las advertencias. Yo, necio.

Llegamos a Buenos Aires con mi esposa y si bien ella sabía de mis intenciones de estar en un partido en La Bombonera, no conocía mis reales intenciones: haría cualquier cosa por ir a ver a Boca, no importaba contra quien jugara.

Apenas abandonamos el aeropuerto de Ezeiza y después de cruzar alguna información básica con la guía que nos fue a recoger (Marcela, nunca supimos su apellido, pero se portó muy amable), le tiré la pregunta: Queremos ir a ver a Boca, ¿es muy difícil? Ella dio la mejor respuesta: “Y, difícil no es, te va a costar”. Prácticamente fue un: “Bienvenidos a Buenos Aires”.

Ella tomó su teléfono, charló por algunos segundos con alguien, colgó y me dijo: “un chico que siempre me ayuda con esto dice que tiene platea alta a 700 pesos y platea baja a 800”. Nosotros llegamos a la Ciudad de la furia el viernes por la noche, Boca jugaba el domingo por la noche y el tipo de esta agencia nos esperaba hasta el sábado a las 18:00. Dibujé la sonrisa más grande y disfruté del viaje hasta el hotel.

Al siguiente día hicimos el clásico city tour y claro, el bus pasó por la Bombonera antes de llegar a Caminito. Yo ya había conocido la Bombonera un par de años antes y le contaba a mi esposa algunas historias del día en que conocí el estadio de Boca, pero que no pude ver ningún partido. Le tiré el centro y ella metió el cabezazo directo al ángulo.

-¿Mi vida vamos mañana al partido de Boca?

-Bueno chiquito. Llámele a Marcela para asegurar las entradas.

Buenos Aires empezaba a ser la mejor experiencia de mi vida. Regresamos al hotel a mediodía y crucé algunas llamadas con la guía. El pacto fue que nosotros dejáramos el dinero en la recepción del hotel y que el domingo a las 18:00 pasarían a recogernos para ir al estadio. El precio de la entrada incluía el transporte, algo fundamental para no correr riesgos un domingo por la noche en La Boca, uno de los barrios más bravos de Buenos Aires.

Lo del precio es un capítulo aparte. Al cambio oficial, la platea alta (700 pesos) nos hubiese costado alrededor de USD 140 y la platea baja (800 pesos) alrededor de USD 160. Pero la economía argentina se encuentra tan débil que el mercado negro ha hecho de las suyas. Los gauchos, tan a su estilo, para no llamarlo dólar negro -como en todo el mundo- han bautizado a este mercado clandestino como dólar blue. Cuando escuche este calificativo pensé de inmediato en Diego Maradona y una de sus frases célebres: “más falso que dólar celeste”, para referirse a algunos como Blatter, Beckenbauer y Platini. Hoy, el dólar blue ha llegado a cotizarse hasta en 10 pesos y por eso le pusieron el nombre de Dólar Messi en honor al 10 del FC Barcelona.

Llegó el domingo. Largo domingo. Desayunamos y fuimos directo al Teatro Colón. Hermoso lugar y fantástico concierto de violín y piano. Después caminamos hasta Plaza de Mayo y recorrimos la Feria de San Telmo. Tomamos un taxi hasta Recoleta para admirar el Cementerio donde están los restos de Eva Perón y otros ídolos argentinos. Visitamos la Iglesia Nuestra Señora del Belén y almorzamos en el Café La Biela, un clásico de Buenos Aires. Visita obligada a la Facultad de Derecho –vale decir que mi esposa es abogada-. Caminata, fotos, caminata y taxi de vuelta al hotel.

Dieron las 18:00 y bajamos al lobby bien vestidos de azul y oro. Teníamos cierto recelo porque dejamos dinero y no habíamos recibido ninguna confirmación. El representante de la agencia estuvo puntual, nos presentó a la guía y se fue. Dijo que él no iba a poder acompañarnos, pero que María Clara iría con nosotros a la cancha. Subimos a la van y empezó el recorrido para recoger a otros turistas. Todos eran gringos, ¡vah!, en verdad eran británicos, que no hablaban ni jota de español.

El trayecto hasta La Boca fue idéntico al que se mira en los documentales. Por todas las calles se respira fútbol en Buenos Aires y conforme se avanza hasta la cancha aparecen los buses repletos de hinchas vestidos de azul y oro, colgando de la puerta y flameando las banderas por las ventanas. Todos los colectivos de la línea 64, la que llega directo a la Bombonera, iban a reventar.

La guía nos entregó a cada uno el carnet de un socio y nos dio las indicaciones antes de llegar al estadio. “Nunca entreguen este carnet. Cuando lleguemos solo lo levantan y lo muestran, luego hay otro filtro y ahí lo vuelven a mostrar, luego lo acercan a la maquinita y los dejan pasar. No saquen las cámaras y los celulares hasta que estemos adentro”. Yo, necio. Tenía que tomarme una foto antes de entrar.

El autobús se estacionó a unas cuantas cuadras de la Bombonera y desde ahí debimos caminar. En el trayecto se inhala fútbol. Los colores azul y oro se incrustan en la sangre y es imposible no contagiarse de esa pasión. Yo naufragaba en un mar de emociones, estaba cumpliendo uno de mis sueños; mientras mi esposa hacía gala de su magnífico inglés con los británicos y traducía las conversaciones para que yo me pueda integrar a la charla de fútbol inglés vs. fútbol argentino.

Llegamos a la puerta y sucedió tal cual lo que la guía nos había dicho. Mostramos el carnet dos veces, luego lo pasamos por la maquinita y oficialmente habíamos ingresado a la Bombonera. De pronto, ¡un agente de policía lo agarra a uno de los británicos!, luego al otro, luego al otro y luego a mi. Teníamos que poner nuestro dedo pulgar en una máquina que identificaba a los hinchas que tienen prohibido asistir al estadio de Boca. Todos pasamos, por suerte.

Ingresamos y la entrada por la que habíamos pagado era de primera fila, literalmente. Faltaba más o menos una hora para el inicio del partido y La 12 (barra brava de Boca), empezaba a hacer de las suyas. Ya sin temor alguno saqué la cámara, el IPhone y empecé a inmortalizar el momento. Fotos de todos los ángulos posibles. La 12 prácticamente nos cantaba en las orejas. De pronto saltó Boca a la cancha y lo que sucedió después ya se pudo ver por televisión.

El resultado fue lo de menos (empate 0-0 frente a Lanús del mellizo Guillermo Barros Schelotto que también fue ovacionado en su regreso a la cancha de Boca, pero ahora como DT). Durante todo el partido hice gala de mi conocimiento de cada una de las barras que retumbaban en el estadio, pero aprendí una que me faltaba: “River decime qué se siente, haber jugado el Nacional, te juro que aunque pasen los años, nunca lo vamos a olvidar… Que te fuiste a la B, quemaste el Monumental, esa mancha no se borra nunca mas… Che gallina sos cagón, le pegaste a un jugador, que cobardes los borrachos del tablón!!!!”.

La noche terminó en la calle Corrientes. Vestidos de azul y oro fuimos a cenar con mi esposa. Ese domingo será inolvidable. Cumplí uno de mis sueños junto al amor de mi vida.

Eso de que la Bombonera no tiembla, late, es verdad.

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Los mejores comerciales deportivos

Desde hace algún tiempo tenía la idea de recopilar videos publicitarios de deportes y hoy me puse a hacer memoria de algunos spots que han llamado la atención. Seguro habrán comerciales muy buenos, pero la verdad que los deportivos son geniales. No solo hay de fútbol, sino de baloncesto, Fórmula 1, tenis y todo lo que se puedan imaginar. Marcas como Quilmes, Heineken, Master Card, Coca Cola, ESPN, Nike, Adidas… se esfuerzan por vender sus productos y en muchos casos logran elaborar hasta videos que resultan de colección. Les dejo una primera lista de 10 comerciales. La iré ampliando conforme mi memoria y mis amigos me lo permitan. Espero sus comentarios.

El orden de los videos no tiene que ver con un ranking. Están ubicados conforme me fui acordando y a cada uno le puse una calificación (sobre cinco puntos). Pónganle cada uno la suya. En todo caso, todos son imperdibles.

1. Maradona cantando el himno de Brasil: De pronto, el Diego se despierta de una pesadilla por tomar tanto Guaraná. (4,6)

 

2. Que el mejor jugador del fútbol brasileño sea argentino, no tiene precio: De los mejores. El protagonista es Carlos Tévez con Master Card. (5,0)

 

3. Batistuta, Aguinaga, Valderrama… están viejos: Muy buena promo de DirecTV para el Mundial de Sudáfrica 2010. (4,7)

 

4. A los que dudan: Gran spot de Nike con deportistas españoles. Deja un gran mensaje de motivación. (4,8)

 

5. Jogo bonito: Ronaldo, Ronaldinho, Kaká, Adriano, Cicinho… dan clases de cómo jugar al fútbol. Spot de Nike ¡Excelente! (5,0)

 

6. Beso a beso me enamoré de ti: Esta canción es excelente, la versión original hasta se la dedicaría a mi esposa. Comercial de Coca Cola.  (4,9)

 

7. El día que la Bombonera habló: Lo hizo en julio del 2011, el resultado, Boca quedó campeón. Nike. ¡IMPERDIBLE! (5,0)

 

8. Homenaje a la mejor hinchada del mundo: Gran comercial de Nacional de Uruguay para sus hinchas. (5,0)

 

9. Pepsi en el Mundial de Sudáfrica: Varios cracks del fútbol juegan un partido muy peculiar en tierras africanas (4,9)

 

10. Messi mira Sport Center: Estupendo comercial de ESPN (5,0)

Cómo se goza un Boca – River

Hace casi siete años que me dedico al periodismo deportivo y con el paso del tiempo, la pasión por el equipo del cual soy hincha, ha ido mermando de a poco.

Igual, cuando mi equipo gana me emociono y lo llamo a mi papá a que me cuente que le pareció, pero trato de aislar mi afición de mi profesión, es más trato de no cubrir noticias o partidos de ese equipo, para evitar ser parcializado a la hora de escribir. Me parece que es lo más honesto conmigo y con los lectores.

Me pasa lo mismo con equipos de otros países de los cuales también soy simpatizante como la Juventus, el Manchester United o el FC Barcelona. Incluso con la Selección ecuatoriana trato de mantener la cabeza fría, para hacer un análisis lo mas apegado a la realidad.

Pero un Boca – River es otra cosa, no puedo explicar lo que siento, me sale lo hincha, cambio mis estados de cuenta, actualizo mi Facebook, bromeo en Twitter, me burlo de mis amigos. Lo gozo al máximo.

Hoy (25/01/12) por ejemplo, Boca ganó el Superclásico y disfrute el partido desde el primer minuto. Hasta me di el trabajo de mandarle un mensaje a un gran amigo riverplatense: Paúl Guevara (ex LDU y confeso gallina) y le puse «RiBer».

Esto genera un Boca – River, no se si a ustedes les pase lo mismo con otro partido, pero la verdad que es un espectáculo que no puedo dejar de ver, aunque pierda el equipo xeneize.

Les dejo este afiche que me pareció realmente espectacular. Lo subió al Twitter la cuenta @lanumero12_com Para los bosteros, la página web es: http://www.lanumero12.com

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En el Congreso de la FEF: aplausos para el Ingeniero

Les dejo una foto de los reglamentos del 2002, 08 y 09, son casi iguales, con cambios mínimos, como será el de este año.

Aplausos para el Ingeniero

Este viernes se lleva a cabo el Congreso de la FEF y al final del día, los dirigentes de los clubes y asociaciones terminarán en aplausos, cenando en algún restaurante, se tomarán algunos whiskies y el fútbol seguirá igual de mal. Se terminará haciendo lo que diga el Ingeniero, se votará conforme a los pagos de favores, conveniencias e intereses.

Muy pocos son los dirigentes que tienen congruencia entre lo dicen y lo que hacen. Pero a ellos no se les hará caso, los debates resultarán casi innecesarios. Todo está arreglado, el reglamento del 2012 será el mismo que el del año pasado, con algo de maquillaje.

Lo del canal del fútbol no es una mala idea, lo criticable es que aparece justo en esta época, cuando se necesitan votos. Lo que proponen es inverosímil. Lo de la televisión no es tan fácil como darle los derechos a un solo canal y punto, son muchas las cosas a tomar en cuenta, no basta solo con votar en un congreso, ese más bien debería ser el último paso.

Hay que pensar en las indemnizaciones a los canales que tienen los derechos de casi todos los equipos (Serie A y Serie B). ¿Quién va a pagar esos al menos 25 millones de dólares?, ¿de dónde va a salir esa plata? En Argentina, fue el estado el que pagó esa enorme deuda (algo así como 500 millones de dólares) y es el Gobierno el que compró los derechos.

Allá, la mayoría de clubes aceptaron porque estaban endeudados hasta el cuello y eso los ayudó a salvar la inminente quiebra. Digamos que a Teleamazonas le quitan los seis equipos que tiene ahora en la Serie A. ¿Qué va a pasar con los empleados que todas las semanas se encargan de esas transmisiones?

¿Y cuál va a ser el canal del fútbol? Para hacerlo de forma privada, sería un canal de televisión pagada, es decir los usuarios ya no podríamos ver los partidos en señal abierta, sino que habría que pagar por cada partido que se quiera ver.

La otra opción es que el Estado compre los derechos y sean los canales del Gobierno (TC, Gama y Ecuador TV), los que se repartan la transmisión de los partidos de la Serie A y Serie B. Esto suena más lógico, porque estos canales ya cuentan con experiencia, tienen infraestructura, pero -al menos yo- no he escuchado que el Gobierno esté interesado en invertir plata en el fútbol. ¿Será que ya tienen un acuerdo que nadie lo sabía?

Lo del canal del fútbol es todo un enredo. Votar para que se apruebe o no, debería depender de un análisis profundo, de un debate entre todas las partes, de hacer las cosas de manera transparente, algo que para la FEF parece un idioma de otro planeta.

Y por último, lo del canal del fútbol es una distracción. Cuando hoy, todos deberíamos hablar del mal estado de las canchas, de los malos arbitrajes, de las sanciones ridículas que se imponen, de la inseguridad en los estadios, de los casos impunes (Carlos Cedeño y David Erazo), de la participación de la selección ecuatoriana en Eliminatorias, de elaborar un campeonato consistente, de apoyar a los clubes que participen en torneos internacionales… en fin, de un montón de cosas importantes, nos tienen a todos distraídos. Como diría mi papá: «nos están haciendo los chinos».

Lo más importante del Congreso de este Día de Reyes, será la nominación de Luis Chiriboga como parte del Comité Organizador del Mundial Brasil 2014. Eso será motivo de elogios, de discursos de alabanza y de felicitaciones. Aplausos para el Ingeniero entonces, mientras nosotros seguimos viviendo de las dos clasificaciones a los mundiales.