Maroon 5 en Quito

De a poco, Quito se va acostumbrando a recibir conciertos de talla mundial. Ya vino Metallica, Bruno Mars y el último grupo en aterrizar en la capital fue Maroon 5, banda californiana de Pop Rock con más de 20 años de vida. Para resumir, fue un show corto pero con mucha calidad.

El ritmo de Maroon 5 es pegajoso. El concierto empezó con ese hit lanzado en 2010: ‘Moves like Jagger’. El mensaje era claro: «Hay que ponerse de pie para disfrutar el espectáculo». Y así fue, la mayor parte de los seguidores de la banda no se sentaron durante el show en el estadio Olímpico Atahualpa.

El concierto destacó por su calidad musical, más que por puesta en escena. Adam Levine, el vocalista de la banda, hace lo que puede en el escenario. Baila, se mueve, corre de un lado al otro y de vez en cuando se acuerda que está en Ecuador. Pero el resto de la banda prácticamente pasa en su puesto de inicio a fin.

A diferencia de lo que ocurrió con Bruno Mars, que trajo una puesta en escena fabulosa, con una coreografía impecable canción por canción, con todos los músicos muy bien uniformados de pies a cabeza, con cada paso aprendido a la perfección.

Sin embargo, Maroon 5 se lució en lo que sabe hacer: sonar a la perfección. El show duró solo una hora y media, pero el público se sabía todas las canciones. Prueba irrefutable que la banda ha pegado en Quito y Ecuador, porque llegó gente de distintas ciudades del país.

Para los más clásicos que siguen a Maroon 5 desde hace años, faltaron canciones como Never Gonna Leave This Bed, If I Never See Your Face Again, Wake Up Call y Won’t Go Home Without You, pero lo que hay que decir es que la banda suena mejor en vivo que en Spotify. La calidad de músicos (con la ayuda en un buen sonido y acústica en el Olímpico Atahualpa) entregaron un espectáculo de calidad.

Acá les dejo un video con la mayor parte de las canciones de Maroon 5 en Quito, disfruten.

¡Los Cadillacs tocando para vos!

Vicentico y a la izquierda su hijo Florián, quien también es parte de la banda. Foto tomada de El Telégrafo.

Vicentico y su hijo Florián, quien también es parte de la banda. Foto tomada de El Telégrafo.

Los Fabulosos Cadillacs no han pasado de moda. Su público ha evolucionado junto con ellos, pero su música sigue estando tan vigente como siempre. Quizás su mayor riqueza musical es que sus canciones se siguen transmitiendo de generación en generación y seguramente en 50 años todavía escucharemos -con la misma pasión- temas como ‘Matador’, ‘Mal bicho’ o ‘Vasos Vacíos’.

Pero el repertorio de los Cadillacs se sigue ampliando. Desde su regreso en el 2008, después de una separación aproximada de una década, la banda nacida oficialmente en 1985 ha logrado que sus nuevas canciones también se coreen a todo pulmón. Un ejemplo de ello es ‘La luz del ritmo’.

En el último concierto que ofrecieron en Quito en el Nova Sonic Festival, Los Fabulosos hicieron un repaso prácticamente por todos sus discos e interpretaron la mayor marte de sus canciones más exitosas, entendiendo que el público que asistió al Parque Bicentenario no los había escuchado hace algunos años y lo que quería era delirar con ‘Calaveras y Diablitos’, ‘Satánico Dr. Cadillac’ o ‘Yo no me sentaría en tu mesa’.

Los Fabulosos Cadillacs no es precisamente la banda más exitosa ni afamada del rock argentino, pero se ha ganado un lugar muy importante en el público latinoamericano. Su agenda en este año, después de lanzar su disco ‘La salvación de Solo y Juan’, ha reventado. Los nuevos y viejos temas han sonado en todo el continente en los últimos meses y en marzo del 2017, la banda liderada por Vicentico y Flavio Cianciarulo se presentará en el mítico Madison Square Garden de Nueva York, un lugar reservado solo para las grandes estrellas.

Este es un resumen del concierto que dieron e Quito. ¡Los Cadillacs tocando para vos!

Magistral concierto de Alejandro Fernández en Quito

Alejandro Fernández en pleno concierto en Quito. Fotografía de Eduardo Terán / El Comercio.

Alejandro Fernández en pleno concierto en Quito. Foto de Eduardo Terán / El Comercio.

Aunque han pasado algunos días, no quería dejar de hablar del concierto de Alejandro Fernández. Fue un show tremendo, que superó ampliamente las expectativas de todos los que repletamos el Coliseo General Rumiñahui. Estos son algunos detalles que me llamaron la atención.

Llegué al concierto de Alejandro Fernández como un fanático con algo de conocimiento sobre este artista, ni más ni menos. Pero cuando apareció en el escenario (una hora y media después de lo anunciado), el mexicano dejó ver que es mucho más completo de lo que pensaba y desparramó solvencia en cada una de sus canciones. De entrada, lo que asustó a todos fue el espectacular sonido. Sí, asustó, porque nadie esperaba un volumen tan alto para iniciar el concierto. Arrancó con la canción ‘Concavo y convexo‘, en una excelente versión del recordado tema de José José. Se escuchó perfecto hasta afuera del coliseo.

De ahí en adelante la faena fue asombrosa. La primera parte del show estuvo llena de canciones románticas, algunas no tan conocidas, otras nuevas y uno que otro éxito. Fue casi una hora y media bien puesta. Cuando terminó esta parte del repertorio, algunos aficionados empezaron a salir pensando que el concierto había terminado. Pero no, lo mejor estaba por venir.

Fernández trajo a su gira por Sudamérica 80 toneladas de estructura, 200 personas cargo del espectáculo y unas altas dosis de pasión. Eso fue lo que entregó en el escenario.

En una transición musical exquisita, Fernández abandonó la tarima para que aparezcan sus mariachis. Los ecuatorianos tenemos la idea de que los mariachis son unos cuantos ‘gorditos’ con la «guitarra grandota», un trompetista, un violinista y «un man que canta más o menos». Pero no, el ‘Potrillo’ mandó a la cancha a un Señor Mariachi que deleitó y puso a bailar a todos. Después de un alarde de virtuosismo interpretando rancheras, los músicos hicieron una calle de honor para recibir al hijo de Vicente Fernández, vestido de mariachi. ¡Un show!

Volvió para cantar lo mejor de lo mejor, las canciones que lo hicieron famoso. Revisando la discografía de Alejandro Fernández, hay una producción clave en su carrera, Orígenes (2001). Casi todas las canciones de ese disco fueron un éxito. Muchas de ellas sonaron la noche del 11 de marzo en Quito. Después de casi una hora de espectáculo entre el talentoso mexicano y su mariachi, la ovación fue cerrada.

Se apagaron las luces y algunos incrédulos aficionados, muchos la verdad, empezaron a salir del coliseo. Sin embargo, unos segundos después, a oscuras se escuchó: «…con todo respeto, cantaré las canciones de mi padre». Algunos se regresaron del parqueadero para ver lo mejor de la noche.

Alejandro interpretó las canciones que hicieron famoso a su padre. Con decir que hasta se mandó ‘Mujeres divinas’, tema tan berreado, pero que en la magistral voz del Potrillo sonó en su real magnitud. Fueron casi tres horas de concierto, algo muy poco usual en esta época donde los músicos prefieren cuidarse y hacerse los exquisitos. Además, casi tres horas de show, nada de andarse por las ramas. Casi tres horas cantando a todo pulmón, entregándose en cuerpo y alma.

Y los aficionados respondieron. Los quiteños (o los que vivimos aquí) somos fríos, preferimos ver los toros de lejos, sentados y cómodos. Esta vez no. Cerca de 25 mil personas aplaudieron, cantaron, bailaron, se quejaron de los organizadores por la demora, pidieron otra, corearon y ovacionaron a un Alejandro Fernández completo, en un gran momento de su carrera, con una voz impecable.

Fue la primera vez que veía al mexicano en vivo y tenía algunas expectativas. Pero repito que me sorprendió su calidad musical, su voz, su show y su entrega. La próxima vez ya no compraré general sino alguna localidad más cercana. Espero que las salvaguardias no apliquen a los músicos foráneos también.

Les dejo un video con algunas canciones del Potrillo en Ecuador.

Expresarte Sinfónico, un gran proyecto musical

Expresarte es un programa que sale en cadena nacional todos los sábados en la mañana. Es de lo mejor que se ha hecho en el Ecuador por intentar mostrar nuestro arte: musical, teatral, expresiones culturales, literatura y mucho más.

Me acerqué a este programa porque aparecieron varias de mis bandas preferidas como La Papaya Dada, La RoCola Bacalao, Guanaco, Azuquito, Don Medardo y sus Players, … se hicieron también programas de pasillos y en sí de la música ecuatoriana de todos los géneros posibles. Se pueden encontrar todos los programas en YouTube.

Expresarte merece un post por sí solo, porque se trata de un proyecto muy bien hecho, con una producción muy interesante, de lo mejor que se ha visto en nuestro país desde el punto de vista técnico; pero no solo eso sino que presenta al país lo que somos musical y artísticamente. Es un desfile muy interesante de personajes grandiosos del Ecuador y que reflejan lo que en verdad somos.

Pero en esta ocasión quiero dejarles el video de un programa en particular: ‘Expresarte Sinfónico’, que se trató de un concierto con cuatro orquestas sinfónicas (de Loja, Cuenca, Guayaquil y Nacional) y la presencia de varios de los mejores músicos e intérpretes de nuestra tierra.

Quizás nunca más se pueda ver en un mismo escenario juntos a Los Hermanos Miño Naranjo, Álex Alvear, Hugo Ídrovo, Héctor Napolitano, Trío Pambil, Mariela Condo, Paco Godoy, Andrea Vela (Directora de la Orquesta Sinfónica de Loja), Medardo Caisabanda (Director de la Orquesta Sinfónica de Cuenca), Nathalie Marín (Directora de la Orquesta Sinfónica Nacional), David Harutyunyan (Director de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil), Aladino, Promesas Temporales, Umbral, Nelson García, Sergio Sacoto, Israel Brito, La Grupa, Ivis Flies, Julio Pazos (poeta que además fue mi profesor en la Universidad Católica), Édgar Palacios, Consuelo Vargas, Segundo Rosero… por mencionar a algunos de los que aparecen en el video.

Todos ellos se juntaron, gracias a Expresarte, para interpretar música nacional sinfónica, no solo pasillos sino otros géneros también. En verdad un lujo para los que pudieron asistir a estos conciertos. Para los que no, nos queda como consuelo este video, que es largo pero que vale la pena verlo. Se los dejo para su disfrute.

«Y dale alegría a mi corazón…»

Tengo que confesar que de vez en tanto me engancho con videos de las hinchadas, de Ecuador o de cualquier lugar del mundo. En YouTube hay videos geniales de las fanaticadas locales. Los sonidos de los tambores, bombos, trompetas, la repetición secuencial de gritos… todo ese me llama mucho la atención.

En realidad, las barras organizadas (o barras bravas) manejan una simbología muy interesante. Más allá de la violencia, la argentinización, colombianización o como quieran llamarlo, los códigos de las hinchadas son dignas de un análisis profundo, mucho más allá de los discursos habituales que se quedan en los medios.

Estos grupos son como una especie de logias, que se organizan a su manera, con sus propias leyes, con sus intereses -muchas veces desvirtuados-, con sus códigos, incluso con sus propias maneras de castigar y sancionar. Hay que decir que en muchas ocasiones también manda la ley del más fuerte o el más bravo.

Pero todo lo viven con pasión, quizás su principal característica. Ir al estadio y ser parte de esa logia es mucho más que una distracción, es una especie de religión a la que no se le puede fallar.

Y hay algo que es lo que me fascina, la conexión de estas barras con la música. Ahí es donde se resume esa pasión, en los gritos desenfrenados, en los tambores y los bombos. Es fascinante la creatividad de muchas hinchadas (no de todas, porque la mayoría se dedican a copiar). Pero en Ecuador por ejemplo, la Muerte Blanca, la Sur Oscura, la Mafia Azulgrana, la Boca del Pozo han hecho composiciones (una especie de covers), en realidad muy buenos.

Les dejo este video que resume algo de esa pasión inexplicable. Un grupo de muchachos hinchas de Boca Juniors, que de seguro no tienen mucho dinero, después de un partido del equipo xeneize en Río de Janeiro se divierten en el pasillo del estadio Maracaná gritando por el equipo de sus amores. El partido había terminado. No importaba, su familia necesitaba ese alimento para el alma. Música y fútbol.

El homenaje de Zeta Bosio y La Ley a Gustavo Cerati

Este miércoles 26 de febrero, el maestro Zeta Bosio saltó al escenario del festival de Viña del Mar con su nueva banda: La Ley.

Bosio ya había colaborado en otras ocasiones con la banda chilena, pero desde hace algunos meses atrás se juntó definitivamente en este reencuentro de La Ley con Beto Cuevas a la cabeza.

A propósito, La Ley anuncia concierto para el 12 de abril en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito, con la presencia de Zeta Bosio en el bajo.

Aquí les dejo el video del momento en el que Zeta Bosio le dedica ‘Crimen’ a Gustavo Cerati en el escenario de la Quinta Vergara en Viña del Mar.

Momento emotivo, absolutamente emotivo.

Madonna no ha sido superada en el Super Bowl

Tengo que decir que de fútbol americano no entiendo absolutamente nada. No se cómo se ganan los puntos, cómo se pitan las faltas, qué es eso de las yardas, cuándo se meten los goles por esos arcos grandototes… en definitiva, no tengo la menor idea.

Sin embargo, desde el 2012 me llamó mucho la atención tres aspectos del famoso Super Bowl (tampoco tengo idea cuáles son los equipos que lo juegan y por qué) o en español llamado Super Tazón. El primero es obviamente la cantidad de millones por concepto de publicidad, venta de entradas, merchandising, derechos de TV y más, pero ese no es el motivo de este post.

El segundo tiene que ver con los comerciales de TV que se emiten durante el partido, los cuales son -en muchos de los casos- de una creatividad deslumbrante y además por pautarlos se pagan millones. Esto va de la mano con la cantidad de personas que miran el Super Bowl, que desde el 2012 en adelante no han sido menos de 110 millones de personas con la televisión encendida, pero este tampoco es el motivo del post.

Lo que más me ha cautivado es el show del medio tiempo, que es en verdad un espectáculo en toda la extensión de la palabra. En esos 13 o 14 minutos, los gringos demuestran que son en verdad unos capos para montar tremendos montajes que parecen salidos de películas. Empecemos con el show de Madonna en el 2012.

Show del Super Bowl 2012

Madonna salió vestida como una especie de cleopatra y todo el escenario estaba montado como si se tratara de la antigua Roma. La reina del pop cantó clásicos como Vogue, Music, invitó a los integrantes de LMFAO para interpretar «I’m sexy and I now it», después compartió escenario con Nicky Minaj y MIA para cantar «Give me all your luvin» y por último cantó con Cee Lo Green el tema «Like a Prayer».

Todo esto en un escenario imponente, con coreografías despiadadas que superan la imaginación de los mortales y con una puesta en escena deslumbrante. Por si fuera poco, cada canción contó con una coreografía distinta. Calculo que por la tarima pasaron no menos de 500 personas. ¡Un espectáculo completísimo en apenas 13 minutos! Las cifras oficiales indicaron que este show lo vieron 114 millones de personas.

Un dato no menor, Madonna hizo de todo en el escenario: cantó, bailó, saltó, se dio mortales, hizo las coreografías… y en ese entonces ella tenía 53 años. Un artista completa.

Show del Super Bowl 2013

Beyoncé fue la escogida para el espectáculo de medio tiempo del 2013 y no defraudó. La morena venía con poco crédito porque unas semanas antes había quedado en ridículo ante el mundo por haber usado una grabación mientras cantaba el himno de los Estados Unidos en la posesión de Barack Obama. Sin embargo, en el Super Bowl se lució.

El show no fue técnicamente tan llamativo como el de Madonna y no tuvo una puesta en escena de la magnitud de su predecesor. Más bien Beyoncé prefirió los juegos de luces y los efectos sobre el escenario para impactar a los aficionados en el estadio y a los televidentes en sus casas.

Eso sí, el show estuvo musicalmente a la altura y cantó grandes temas como: Crazy in Love, End Of Time, Halo, Independent Woman y hasta se dio el lujo de interpretar a estas alturas ya un clásico: Single Ladies junto a las Destiny’s Child Michelle Williams y Kelly Rowland. Este show lo vieron 110,8 millones de personas en todo el mundo.

Show del Super Bowl 2014

Y en el 2014 el elegido fue Bruno Mars, uno de los artistas de moda y uno de los preferidos de mi esposa. En verdad que este hawaiano de nombre Peter Gene Hernández es un genio, sus canciones están muy bien hechas y además es muy versátil con su voz.

Mars apareció en el escenario tocando la batería (una manera distinta de hacerlo) y luego cantó temas como: Treasure, Runaway Baby y un fragmento de Shout, canción de The Isley Brothers. También tuvo invitados y se trato de una banda legendaria: los Red Hot Chili Peppers con quienes interpretó Give it away. ¡Tremendo show!

Bruno cerró el miniconcierto con una de sus canciones insignia: Just The Way You Are y precedido de unos mensajes de varios soldados estadounidenses que prometían volver pronto a sus casas. El espectáculo fue de primera, con juegos de luces impresionantes y un escenario imponente que se arma y desarma en minutos, pero no superó en impacto a lo hecho por Madonna dos años atrás. Sin embargo, el show de Bruno Mars batió el récord de personas que lo vieron: 115,3 millones alrededor del mundo.

Bonus: Show del Super Bowl 1993

En un escenario no tan impactante como el de los últimos años, pero con un concierto igual de impresionante, Michael Jackson fue el encargado de musicalizar el medio tiempo del Super Bowl en 1993. Un lujo que les dejo de yapa para que lo disfruten.

¿Por qué escuchar a Leonardo Favio?

Conozco muy pocos periodistas que sepan tanto de música como para atraverse a hablar en términos técnicos sin miedo a equivocarse y que además logren ser lo suficientemente claros como para que la gente común y corriente les pueda entender. Uno de ellos es mi amigo Luis Fernando Orquera (@luisferork), quien ahora es periodista de la sección Espectáculos de El Comercio.

Les dejo un análisis que hace Orquera sobre el reciente fallecido Leonardo Favio. ‘Por qué escuchar a Leonardo Favio desde el punto de vista de un roquero’. Tres excelentes razones para oír al cantante argentino.

El coro virtual 2.0

En la Maestría DirCom que estoy siguiendo, la profesora de Comunicación y marketing nos envió este video. Es en realidad fantástico. Espero que lo puedan ver completo. Eric Whitacre es un profesor de música al que se le ocurre crear un coro virtual. Aprovecha el poder de YouTube para crear algo fascinante.